La noche que fui presa de la burundanga

El siguiente relato probablemente hará que me convierta en objeto de burlas, pero pese a ello quiero compartir con ustedes la experiencia de ser víctima de las peperas o los peperos, como fue mi caso, pues me doparon en una combi, aún cuando muchos sigan creyendo que fueron “las chicas de la vida alegre” quienes lo hicieron, pues para mi buena suerte un amigo me vio caminando de madrugada por La Nené.
Desde el 2003 empecé a recibir decenas de correos electrónicos, o mejor dicho cadenas que hablaban sobre la tal “burundanga” y al poco tiempo la psicosis fue tal que incluso los periódicos y programas dominicales prepararon amplios reportajes sobre personas que habían sido víctimas de la bendita droga. Permanecí indiferente ante esas informaciones, pues como la mayoría pensó a mi eso nunca me va pasar.
Y finalmente ello que consideraba imposible ocurrió. Recuerdo que estábamos en plenos preparativos de para la navidad, exactamente el 20 de diciembre y ese día un amigo me convenció para tomarnos unos tragos por su cumpleaños.
La verdad es que ganas de tomar no tenía, pues para el día siguiente tenía varios asuntos pendientes en el trabajo, pero pese a ello, fui a saludar a mi amigo con la intención de quedarme máximo hasta la una de la madrugada.
Y así ocurrió a la 1.00 me levanté y pese a la insistencia de mis compañeros de juerga para que me quede para la última ronda decidí zafar cuerpo, pues conozco esa vieja historia de esta es la última cerveza.
Crucé la pista y como no estaba mareado decidí regresar a mi casa en una combi, pero a medio camino el vehículo se malogró. Debido a lo avanzado de la hora quise tomar un taxi para que me lleve a mi casa, pero por esas cosas del destino ninguno quiso hacerme la carrera y solo conseguí que uno me lleve hasta la curva de Chorrillos, a 10 minutos de mi casa.
Estaba a punto de tomar otro taxi, cuando de pronto Oh maravillas apareció una combi que me dejaba en la misma esquina de mi casa y bueno pensé que era una gran oportunidad para ahorrarme unos soles.
Me acomodé en el asiento y como estaba muy cansado decidí tirarme una pestañeadita de unos minutos hasta llegar a mi destino e incluso puse el despertador de mi celular.
Eso fue lo último que recuerdo hasta que dos horas después aproximadamente el cobrador de la combi me despertó avisándome que era el último paradero. Con la cabeza que me estallaba, como si me hubiese metido la más grande de las bombas examiné al escenario donde estaba y no tardé en darme cuenta que no era mi barrio.

En ese momento empecé a sospechar que algo raro ocurría, pues solo había tomado dos cervezas pequeñas, insuficientes para causar estragos en un organismo como el mío, capaz de resistir varios litros de "la rubia de mejor cuerpo y sabor".
Me aprestaba a bajar y cuando quise coger mi mochila me di cuenta que esta no estaba, como tampoco mi reloj, ni los celulares que llevaba en los bolsillos del pantalón. En el bolsillo posterior permanecía mi billetera y respiré con alivio, pues pensé que al menos tendría dinero para regresar a casa. La ilusión me duró poco pues cuando al abrirla solo encontré mi DNI y mi carnet de periodista.
En el estado de estaba intenté reconocer al cobrador con la esperanza de ir al día siguiente al paradero final y reconocerlo, pero sentí un fuerte empujón y la combi arrancó “en one”. Debido a mi sobrepeso, perdí el equilibrio y me torcí el tobillo.
Rengueando me levante y caminé sin rumbo con la intención de averiguar donde “diablos” estaba, cuando a lo lejos observé que venían hacia mi un grupo de pandilleros con palos y cadenas.
En otras situación hubiese tratado de huir, pero la burundanga me dio el valor o quizá el espíritu suicida de caminar hacia ellos y enfrentarlos.
Como era de esperarse los malandrines se alistaban a desplumarme cuando les confesé lo que me ocurrió y para mi suerte se apiadaron y retiraron sin hacerme daño.
Entonces un vigilante corrió en mi ayuda y me hizo saber que estaba en la avenida Argentina. En lugar de rogarle que pida ayuda a la policía, le rogué que me hiciera un campito para descansar hasta que se me pase el efecto de la droga.
Una hora después desperté y crucé la pista para tomar un taxi, pero como estaba bajo los efectos de la droga y sin un centavo en los bolsillos nadie quiso hacerlo, aún cuando puse como garantía mi DNI y mi carnet de periodista.
Finalmente, un buen samaritano me llevó a casa, a pesar de no tener un sol en los bolsillos, con la única promesa que mis padres además de la carrera le darían una recompensa por haber salvado a su engreído de la muerte.

Como podrán imaginarse, en aquel momento no atiné a contarles a mis padres lo que me ocurrió. Lo único que quería en ese momento era dormir y mis padres al ver mi rostro pálido y mirada desorbitada llegaron a la conclusión que había sido pepeado y corrieron a anular las tarjetas de crédito que para mi buena suerte se habían quedado atascadas en cajeros automáticos en varios puntos de Lima.

Aquella triste historia acabó en un hospital del Seguro, donde el médico me anunció que tenía un esguince severo y que debía permanecer tres semanas con una bota de yeso.

Mallkini: Un paraíso en las alturas

Existe en Perú un verdadero paraíso y se llama Mallkini (http://www.youtube.com/watch?v=xfDCy-hjGLc). Ubicado a sólo dos horas de camino de Juliaca, es considerado, a pesar de sus 4 mil metros de altitud, el lugar perfecto para los amantes del turismo vivencial y que buscan alejarse del bullicio de las ciudades y los problemas de la vida cotidiana para entrar en contacto con la naturaleza.
Con una extensión de más de 3 mil hectáreas, es uno de los pocos lugares en el país donde durante su estadía el turista puede ser testigo e incluso participar en el proceso de crianza y de mejoramiento genético de las alpacas. Luego de su estadía en Mallkini, los turistas nacionales y extranjeros salen convencidos sobre la necesidad de cuidar la naturaleza.
Lo primero que encuentran los visitantes de este fundo ubicado en la provincia de Muñani, distrito de Azángaro, Puno (http://www.punoinfo.com/turismo/) es una confortable cabañita donde se ha combinado la perfección, la comodidad y lo campestre. Lógicamente, quien llegue al Fundo no puede esperar encontrar radio, televisión, ni acceso a teléfonos, porque de lo que se trata es de desconectarse del mundo.
Basta revisar el libro de huéspedes para darse una idea de lo maravilloso que resulta pasar un día en el fundo. En ello tiene gran responsabilidad su administrador y anfitrión, el ingeniero Moisés Asparrin Tapia, quien se esmera al máximo para que el turista se sienta como en casa.
Como en el campo, la jornada en Mallkini empieza a las 5 de la mañana y acaba poco después de las 8 de la noche, cuando se apagan las luces del generador eléctrico.La mayoría de visitantes del fundo opta por ir al sector donde se encuentran las más de mil 500 alpacas del grupo Michel que forman parte del programa de mejoramiento genético mediante una combinación de métodos tradicionales y tecnológicos como la transferencia de embriones.
Aquí el visitante tiene contacto directo con las alpacas y participa en su crianza, así como en su selección para el proceso de empadre controlado que se da entre los meses de enero y febrero.
“Los gringos se sienten en el país de las maravillas cuando están en contacto con las alpacas. No quieren despegarse de ellas ni un instante, incluso levantan campamentos en medio de los centros de crianza”, refiere Moisés Asparrín.El fundo Mallkini cuenta también con una extensa área de bosques donde se desarrolla toda una variedad de plantas ornamentales y hasta medicinales, muchas de las que se encuentran en proceso de extensión. Así por ejemplo ahí se encuentra el sancayo que es un cáptus rodeado de flores rojas. En el bosque de los murmullos se ha producido lo que el ingeniero Moisés ha calificado como el encuentro de dos mundos. Por esas cosas de la naturaleza, un árbol peruano como el de la Queñua se ha entrelazado con uno europeo como el ciprés.
Mallkini cuenta con escenarios ideales para la práctica de deportes de aventura como el ciclismo de montaña y el escalado de rocas.

La Perfección Suiza reinó en Wimbledon

Las pocas dudas que existían sobre cual era el mejor tenista de todos los tiempos fueron despejadas. En Wimbledon, la catedral del Tenis, Roger Federer alcanzó la gloria por sexta vez en su carrera y con eso sumó ya 15 títulos de Gran Slam superando a su ídolo Pete Sampras. En un partido de infarto derrotó 3-2 (5-7 7-6 7-6 3-6 y 16-14) al norteamericano Andy Rodick, en poco más de 4 horas y 20 minutos.
Este nuevo trofeo, le permite a “La perfección suiza” recuperar el primer lugar en el ranking de la Atp, que se encontraba en manos de Rafael Nadal, que no jugó en Londres por molestias en las rodillas.El partido fue digno de una final, donde ninguno de los dos dio su brazo mostró una clara superioridad y por ello las pocas oportunidades de quiebre que lograron concretarse..
El suizo tuvo en su saque su principal arma y prueba de ello es que logró 50 ace, contra los 27 que conectó el Bombardero de Nevraska.
En el primer set, ninguno de los dos se dio tregua y fue recién en el duodécimo juego que Rodick cristalizó la oportunidad de quiebre, lo que le fue suficiente para llevarse el primer capítulo del partido por 7-5.
En el segundo set, no se produjo ningún quiebre, por lo que hubo necesidad de ir al Tie Breack. Rodick empezó mucho más seguro y por ello logró tener cuatro set point al colocarse 6-2, pero se desconcentró y le dio posibilidad al suizo de recuperarse y en una espectacular remontada emparejar el partido 7-6 (8-6).
El tercer set los dos mantuvieron su servicio y nuevamente se tuvo que definir al ganador mediante un tie break. Nuevamente Roger apareció en toda su dimensión en los momentos claves y logró ganar en el desempate para ponerse 2-1.
Todo hacía suponer que el camino de Federer hacia un nuevo título se haría más sencillo, pero Roddick logró quebrar rápidamente el servicio del suizo para ganar 6-3 y poner el partido 2-2 por lo que había necesidad de ir a un quinto y definitivo set donde no había tie break.
Federer y Roddick supieron cuidar sus juegos de saque y solo el suizo tuvo una oportunidad que no supo capitalizar. Así llegaron hasta el 15-14 y apareció el suizo con toda su magia para lograr su único quiebre en todo el partido y llevarse el partido, estallando el público para premiar con sus aplausos a los dos protagonistas de una de las finales más luchadas en Wimbledon.Ahora nadie podrá dudar que Roger es el rey de Londres, donde ha levantado el trofeo en seis oportunidades, a los que deben sumarse cinco coronas en el US Open de Estados Unidos, tres en el Abierto de Australia y una en el Roland Garros, el único torneo que le había sido esquivo hasta el 2009.
Este será un año inolvidable, pues está a puertas de alcanzar otro de sus sueños: convertirse en padre por primera vez.

Roger Federer la máquina suiza

¿Es Roger Federer el mejor tenista de todos los tiempos? La respuesta la encontraremos en la magia y perfección que plasma el suizo cada vez que salta a un rectángulo de juego.
Y es que ver al gran Roger Federer en acción, es una invitación a estrechar las palmas hasta que estas terminen enrojecidas de tanto aplaudir la espectacularidad con la que aniquila a cada uno de sus rivales.

Tiene como principales armas un poderoso servicio y un drive de ensueño, además de una ubicación que le permite devolver pelotas inalcanzables.

En Wimbledon, Federer tiene la oportunidad de confirmar que es el mejor de todos los tiempos. Sin Nadal en el camino, su verdugo en los últimos años, tiene la oportunidad de despejar las pocas dudas que aún quedan y demostrar que es el mejor de de todos los tiempos.
De más está decir que el suizo tiene las armas suficientes para llevarse la corona, pues es su superficie favorita donde ha levantado cinco veces el trofeo.
Un éxito en su aventura por Londres, de paso le alcanzará para sumar su décimo quinto título de Gran Slam y de yapa recuperar el primer lugar en el ranking de la Atp, el que le fue arrebatado hace casi un año por Rafael Nadal.
Ya en abril, Roger demostró que había dejado atrás las frustraciones que vivió durante el 2008 y principios del 2009. Con contundencia derrotó a Nadal sobre su superficie favorita, el polvo de ladrillo.
Un mes después, en el Roland Garros Federer mostró al mundo también que había ganado fortaleza mental. Fue precisamente, esa arma tan importante en el tenis la que le permitió encaminar partidos que llevaba cuesta abajo. Estuvo en problemas con José el Chucho Acasuso, y con el alemán Tommy Haas, pero bastó supo sobrellevar las dificultades y el premio fue el título de Gran Slam que le fue esquivo durante toda su carrera.
Ahora Roger se encuentra en Cuarta Ronda de Wimbledon y cada vez se acorta el camino para hacer realidad su sueño de convertirse en el mejor tenista de la historia.